A muchos nos les gusta, lo encuentran repulsivo.
Pero lo cierto es que el cerumen de los oídos es una secreción natural con una función muy importante, y limpiarlo no es algo que se deba tomar a la ligera.
La cirujana de oído, nariz y garganta británica Gabriel Weston investigó cuáles son las mejores y las peores formas de limpiar los oídos.
Pero antes de darnos su veredicto, aclara que el cerumen es una sustancia que producen las glándulas dentro del oído y que tiene varias funciones.
Ayuda a mantener nuestros oídos saludables y limpios.
Evita que las líneas que recubren los canales auditivos se sequen y agrieten.
Protege al oído de la suciedad y repele el agua, lo cual ayuda a detener las infecciones.